5 historias de amor de profetas mormones


Disfrute de estas cinco historias románticas de profetas mormones.

Disfrute de estas cinco historias románticas de profetas mormones.

San Valentín se acerca y para los mormones también es importante el amor. Por eso compartimos cinco historias de amor de profetas de los últimos días que lograrán inspirar a las nuevas generaciones, tanto a casados como solteros, en esforzarse por lograr algo fundamental con sus parejas: la felicidad. Prepárese para suspirar con estas historias verídicas de líderes mormones y disfrute de este día de San Valentín.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sido siempre una fe centrada en la familia. El presidente Boyd K. Packer dijo en 2010 que «El fin de toda actividad en la Iglesia es que un hombre, su esposa y sus hijos puedan ser felices en su casa, protegidos por los principios y las leyes del Evangelio, sellados con la seguridad que ofrecen los convenios del sacerdocio eterno. En La Familia: Una proclamación para el mundo, líderes de la Iglesia declararon en forma unida que «El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para Su plan eterno».

Así que no es de extrañar que los líderes de la Iglesia históricamente hayan logado la felicidad, de manera principal, en la vida familiar. A continuación, les compartimos cinco historias de amor de cinco profetas de los últimos días con sus esposas.

President David O. McKay junto a su esposa Emma Rae, Agosto de 1951.

President David O. McKay junto a su esposa Emma Rae, Agosto de 1951.

David O. y Emma Ray Riggs McKay

Emma Ray Riggs, o «Ray» para los que la conocieron, notó por primera vez al joven David O. McKay cuando él y su hermano alquilaron una casa a espaldas de la de su familia.

«Hay dos hombres jóvenes que harían afortunadas a algunas chicas si se convierten en sus maridos”, dijo la madre de Ray. «Son muy considerados con su madre» agregó.

«Me gustaría salir alguna noche con uno de ellos» respondió Ray, refiriéndose a David.

Su primera cita fue al baile de despedida misional de David. Ellos volvieron a verse una vez más antes de su misión. En una ocasión David describió en su diario de esta manera dicha salida con Ray: «En la noche, dimos un paseo por el South Hills. Las montañas contrastaban con el atardecer púrpura. Todo fue muy bonito. Ese domingo por la noche la pasé caminando con Ray. Nos contamos algunos secretos. ¡Fue una noche memorable! «

Cuando David regresó de su misión, fue profesor en la Academia Weber Stake. Ray se graduó de la Universidad de Utah y se le ofrecieron dos puestos docentes. Uno era cerca de su familia en Salt Lake City. El otro fue en Ogden, cerca de donde estaba trabajando David. Ella decidió mudarse a Ogden.

Como detalle anecdótico, ellos fueron la primera pareja que se casó en el Templo de Salt Lake en el siglo XX, el 2 de enero 1901.

Camilla Eyring Kimball junto al President Spencer W. Kimball. (foto cortesia de LDS Media Library).

Camilla Eyring Kimball junto al President Spencer W. Kimball. (foto cortesia de LDS Media Library).

Spencer W. Kimball y Camilla Eyring

La primera salida de Spencer W. Kimball con su esposa fue, en palabras de Camilla, «un truco mal hecho» de su parte.

Se habían conocido casualmente antes de su misión y se reencontraron unos meses después del regreso de Spencer. Hablaron en un viaje en autobús, donde Spencer le preguntó si podía visitarla de nuevo. Ella dijo que no podía, porque ya tenía planes.

Unas noches después, Spencer fue inesperadamente a la casa de Camilla, ella tenía el cabello lleno de ruleros, debido a que estaba preparándose para una cita, donde irian a bailar con otros amigos. Cuando se hizo evidente que Spencer tenía previsto quedarse y pasar la noche con ella, Camilla tenía que tomar una decisión.

«Yo estaba en un aprieto», dijo más tarde Camilla, recordando la experiencia.  Ella le dijo a Spencer que tenía una cita y que irían a bailar en grupo y le preguntó si quería acompañarles. Cuando su cita, Alvin, llegó, Spencer cogió tanto de la mano a Camilla. Que Alvin se negó a bailar con ella esa noche.

Spencer y Camilla se casaron más tarde ese año el 16 de noviembre 1917.

Ezra Taft Benson con su esposa, Flora, y sus seis hijos.

Ezra Taft Benson con su esposa, Flora, y sus seis hijos.

Ezra Taft y Flora Smith Amussen Benson

Los amigos de Ezra Taft Benson le dijeron que no tendría ninguna oportunidad cortejando a Flora Smith Amussen. Esdras y sus amigos estaban pasando un fin de semana en Logan, Utah, cuando Flora pasó junto a ellos.

«A medida que los chicos la saludaban, ella devolvía los saludos» recordó. «Les dije: ‘¿Quién es esa chica? Ellos dijeron: ‘Ella es Flora Amussen’. Les dije, ‘Saben, yo sólo he tenido la impresión que me voy a casar con ella.’ «

Ellos dijeron: «Ella es demasiado popular para un chico de granja como tú».

Esdras respondió: «Pero eso hace que esto sea aún más interesante.»

Ezra tuvo algunos acercamientos románticos con Flora antes de su misión, y cuando llegó a casa, continuaron viéndose. Es entonces que Flora recibió su llamamiento misional y al mismo tiempo Ezra terminó su carrera como educador. Se casaron después de que ella regresó de su misión el 10 de septiembre 1926.

Presidente Hinckley con su esposa Marjorie Pay.

Presidente Hinckley con su esposa Marjorie Pay.

Gordon B. Hinckley y Marjorie Pay

Marjorie Pay vivía al otro lado de la calle de los Hinckley cuando era niño. Ella era una niña bonita que impresionaba por lo bien que hablado.

«La vi por primera vez en Primaria,» recordaba Gordon.  «Ella hizo una lectura. No sé lo que me pasó a mí, pero nunca me olvidé. Luego creció, se convirtió en una bella mujer joven, y tuve el buen sentido de casarse con ella».

Gordon y Marjorie no acordaron planes, sino hasta después de su regreso de la misión. Durante su noviazgo, Marjorie se dio cuenta de que por mucho que Gordon la amaba, otra cosa siempre sería lo primero.

«A medida que nos acercábamos al matrimonio, estuve completamente segura de que Gordon me amaba», dijo. «Pero también sabía, de alguna manera, que yo nunca sería lo primero para él. Yo sabía que iba a ser lo segundo en su vida y que el Señor iba a ser el primero. Y que eso estaba bien. » Ella también le dijo a Sheri Dew, biógrafo de Gordon, que «Me parece que si usted entiende el evangelio y el propósito de nuestra presencia aquí, usted querrá un marido que ponga al Señor en primer lugar. Me sentí segura sabiendo que él era ese tipo de hombre».

Thomas S. Monson y Frances Johnson Monson el día de su matrimonio en 1948.

Thomas S. Monson y Frances Johnson Monson el día de su matrimonio en 1948.

Thomas S. Monson y Frances Johnson

Thomas S. Monson vio por primera vez a su esposa, Frances, en un baile de la universidad de Utah. Él no salió con ella sino hasta después de un mes, cuando la vio de nuevo esperando un tranvía con sus amigas. Él se subió junto a ellas, fue entonces que acordó con Frances en llamarla esa noche, donde la invitaría a un baile en el edificio de la Estaca Pioneer.

Recordando esa experiencia, el presidente Monson dijo más tarde que el padre de Frances había descubierto que un pariente suyo había enseñado a su familia sobre la Iglesia.

«Su padre lloró», dijo. «No paró de llorar mientras me abrazaba» , y me dijo: ‘Él y su compañero fueron los misioneros que enseñaron el Evangelio a mi madre, mi padre, todos mis hermanos y hermanas y a mí’. Luego me besó en la mejilla. Y entonces su madre lloró y me besó en la otra mejilla. Y entonces miré alrededor buscando a Frances. Ella solo mencionó: ‘Voy a buscar mi abrigo’.»

Cuatro años después de la reunión inicial, se casaron el 7 de octubre de 1948.

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