El objetivo de un misionero es “Invitar a las personas a venir a Cristo a fin de que reciban el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin” (Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, pág. 1). Si desea cumplir con este propósito, ¿qué puede hacer para prepararse?